jueves, 13 de marzo de 2008

Dia 19

La siguiente es la historia de una muy buena amiga mía cuyo nombre no mencionare. Ella tuvo una gran perdida por el conflicto armado, pues toda su familia fue forzada a irse de su ciudad donde lo tenían todo y tuvo que adaptarse a varios ambientes extraños a ella antes de estabilizar su situación familiar y económica nuevamente.

Mi amiga y su familia vivían en el departamento de Caquetá, en el municipio de Florencia. Ella vivía con sus hermanos, su mama y su papa, el cual era un reconocido ganadero de la zona. Su estilo de vida era muy cómodo, pues tenían una enorme finca, carro, casa, propiedades en otros lugares del país, varias cuentas bancarias con grandes cantidades de dinero y un negocio rentable que les dio acceso a la prosperidad desde hasta el año de 1996. En ese año, la influencia de las Farc en la zona no era mayor que la que ya tenían antes. Según me cuenta mi amiga, los guerrilleros bajaban de las laderas con sus uniformes, armas y hasta granadas a exigirle a la comunidad desde víveres y utensilios hasta parte de su ganado, cosa a la cual los habitantes de Florencia ya estaban bastante acostumbrados. Sin embargo, en ese año la mirada de la guerrilla se centro en la familia de mi amiga. La primera vez que su familia tuvo contacto con la guerrilla fue en su propia finca, cuando un guerrillero entro muy educadamente a "pedir" comida y algunos elementos necesarios para acampar. Con el paso del tiempo las demandas, ahora por medio de cartas y llamadas, aumentaban en cantidad y magnitud, pues cada vez se hacían mas frecuentes y llegaban a consistir en posada e incluso en reces y terneros. La familia de mi amiga podía soportar esto, auque nunca negarían lo incomodo que era. Sin embargo, un día un guerrillero le pidió a su padre que llevara lo de costumbre a una loma y algo mas: su hijo menor.

Esta demanda fue bastante inquietante para la familia de mi amiga. No obstante, su padre accedió al encuentro más no llevo a su hijo. Al llegar solo encontró unos guerrilleros que persistían en que llevara al menor, solo para "llevar un registro de la población". Fue entonces cuando la familia de mi amiga tomo la decisión mas dura que han tenido que tomar: irse de Florencia. Mas nadie podía darse cuenta, ni siquiera la familia directa. Así, al otro día, muy en la madrigada, la familia de mi amiga salio de Florencia únicamente con lo que llevaban puesto y su camioneta. Rogando por que la guerrilla no los descubriera, avanzaban por la carretera viendo hacia atrás que no los siguieran, hasta que lograron escapar al municipio de Garzón, Huila. Este fue el día en que sus necesidades y penas empezaron y solo se solucionaron hasta el año del 2006.

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